Hace
46 años, un veintiocho de octubre de 1967, a nuestra escuela se le
impuso el nombre de Monseñor Gustavo Franceschi, un hombre de letras que
dirigía una publicación que marcó el pensamiento de una época.
La
existencia y el protagonismo de los libros de texto en el aula ha sido, hasta
ahora, una manera eficiente de proveer los contenidos en la medida correcta
para alcanzar los objetivos curriculares.
En la
sociedad de hoy, el ser humano debe ser estudiante a lo largo de toda la vida.
Buscar fuentes, evaluar la relevancia, analizar, sintetizar, reformular
información y datos, son competencias críticas para el futuro.
Un uso
planificado de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y de
recursos basados en Internet pueden contribuir en gran medida a transformar la clase, en un lugar donde,
guiado por el docente, el proceso de
aprendizaje de los estudiantes hoy se base en la indagación, investigación
y colaboración, llegando a ser los
alumnos protagonistas de sus
aprendizajes.
Hoy como un cordón que nos une con nuestro patrono es que iniciamos este Blog, como uno de los recursos de publicación en Internet y como una herramienta que nos permite comunicarnos con toda la comunidad educativa, a través de la tecnología actual, para mostrar ni más ni menos, nuestra forma de hacer la Escuela Pública.
Hoy como un cordón que nos une con nuestro patrono es que iniciamos este Blog, como uno de los recursos de publicación en Internet y como una herramienta que nos permite comunicarnos con toda la comunidad educativa, a través de la tecnología actual, para mostrar ni más ni menos, nuestra forma de hacer la Escuela Pública.
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